Breogán Álvarez

Breogán no podría haberse llamado de otra manera. Este artista de origen gallego y con la apariencia de un guerrero celta, no parece una persona coetánea a su época. Apasionado de la historia bélica y de la literatura fantástica, no recuerda un momento de su vida en el que no estuviera dibujando. Tanto él como sus dos hermanas se dedican de forma profesional al dibujo, pero la respuesta a la mítica pregunta siempre es la misma “nuestros padres no tenían ni aficiones ni afinidades artísticas, eran gente humilde que trabajaban en el campo”. Aun siendo el mayor de los tres hermanos y pasando su infancia dibujando juntos, sus estilos e influencias son completamente diferentes.

Es un ilustrador y pintor tradicional, como aquellos pintores Barrocos que se recreaban en los detalles y en los contrastes de sus obras. Su precisión anatómica, su realismo y su tenebrismo con atmósferas cargadas con claroscuros, hacen que sus trabajos no parezcan contemporáneos, pero gracias a las temáticas escogidas sabemos que son actuales: representaciones de obras literarias de J.R.R. Tolkien o George R.R. Martin, o escenas cinematográficas de los años 80, son algunas de las temáticas que este artista representa en óleos sobre lienzo de gran formato.

Crudo Prints le propuso como temática el Infierno de Dante, basado en la obra literaria La Divina Comedia.

Esta obra del autor Breogán Álvarez y realizada en 2025, es un óleo sobre lienzo de tamaño 52x80cm. La obra es una representación visceral del nacimiento de la diosa de la belleza y el amor.

 

Breogán fue primer artista invitado en Crudo Prints en enero de 2024, con su obra "El Infierno de Dante" iniciamos este proyecto. En esta ocasión tan especial, un año después, queríamos proponerle un reto, una temática en la que los claroscuros de sus obras y el tenebrismo tan característico de sus trabajos, dieran lugar a algo bello. Teniendo en mente la idea de que donde hay luz hay sombra, la temática propuesta, y que a su vez da nombre a la obra, fue "El nacimiento de Venus". El resultado es simplemente increíble, el artista presenta un nacimiento de Venus lleno de oscuridad, vísceras, sangre y belleza; la realidad dentro del mito.

 

Si en el famosísimo cuadro de Botticelli reina la armonía del dibujo, los colores pastel y el dulce acogimiento de Venus en la orilla en una tranquila mañana, la misma escena de Breogán es radicalmente opuesta. Boticelli plasmó el momento justo del nacimiento del amor y la belleza, pero lo que interesa a nuestro autor contemporáneo es el suceso que precede la escena, ¿Qué es lo que precede el amor y la belleza?

 

Urano odiaba a sus hijos, tan fieros y poderosos que temía que alguno de ellos le llegara a arrebatar el reino. Por tanto, a medida que  nacían, los encerraba en las profundidades de la tierra, en los abismos del Tártaro, privados de la luz. Gea, desesperada, pidió venganza a sus hijos. Sólo Cronos se comprometió a ayudarla. Ella puso en sus manos una hoz y lo adiestró en su manejo. Cronos, tomando la enorme hoz, en un instante cortó los genitales de su padre y luego los arrojó tras de sí para que se dispersaran. Los genitales de Urano cayeron al mar donde engendraron a Venus.

 

Aunque estemos ante una imagen de Venus completamente novedosa, ningún espectador se equivocará en identificar la escena, pues casi toda la iconografía está ahí presente: el mar, la concha, la mujer semidesnuda, la flecha que nos inspira a cupido y la "manzana de la discordia" dorada, símbolo de la belleza de la diosa. La oscuridad, la ausencia del paisaje, las membranas y sangre contrastando con la belleza del nácar de la concha y los corales de la corona, es lo que hace que esta obra sea desconcertante, sabemos que no dejará a nadie indiferente.

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